Los calcetines siempre van en los pies ¿qué no?, por qué tendríamos que ponerlos en las manos o la cabeza, sería algo inusual, extraño, nada práctico. Lo mismo pienso de los sentimientos, por qué tendríamos que tenerlos en el corazón, para mí que estamos equivocados, los sentimientos están en el estómago, sí señor ahí mero, en la panza.

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¿Dónde se sienten los nervios cuando vas a ver a esa persona que te gusta?,¿dónde se siente el malestar cuando algo se termina?, ¿quién recibe el impacto de las emociones?, del enojo, de la tristeza, del desamor, de la muerte… ni más ni menos que el estómago, así que, no seré doctora, pero yo creo firmemente que nuestro verdadero órgano del sentimiento es el estómago, para mí que eligieron el corazón por su silueta, pero yo siento con la panza.

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Así me acuerdo del día que lo vi a él (a un él de tantos), levanté la vista, se cruzaron las miradas, me dijo algo así como “hola chula”, me quedé paralizada y mi estomaguito se empezó a aflojar, no sé si eran mariposas o murciélagos, pero algo sentí. También me acuerdo del primer él, uno que me dejó, o más bien me cortó, que fue un día a mi casa y me dijo así de frente y sin titubear “no sé si te quiero”, se me apretó el estómago todito.

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Otro él se me acercó en un bar y me dijo “estás más bonita que antes”, esa vez el estómago me brincó de emoción (creo que nunca me habían dicho bonita). Y así podría contar muchas historias de ellos y mi estómago, como cuando casi vomito al saber que un él estaba en el hospital o de quedarme sin ganas de comer cuando otro él desapareció, por eso les digo que yo siento con el estómago.

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Propongo que de ahora en adelante cada quien elija el órgano que quiera para guardar sus sentimientos, capaz que muchos sienten con el colon o con la vesícula, piénsenlo, tal vez por eso tenemos problemas de salud, a lo mejor por eso nos duelen las rodillas o la cabeza o las pestañas o estamos mal del pulmón o del riñón, hagan un análisis de sus dolencias y reflexionen, en una de esas tienen ahí atorados los sentimientos, como yo en el estómago.