Un poco de Testosterona ante tanto Pinche Estrógeno

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Por EL HEDONISTA
Creo que antes de empezar con mi columna, debo presentarme. Obviamente, soy un hombre, tengo más de 40 años de edad, tengo mis hermosas niñas en diferentes estados de madurez, varias relaciones serias y muchas más pasajeras en mi historial. Tengo un trabajo que me satisface plenamente, después de muchos otros que me dejaron muchos beneficios económicos pero que me frustraron durante años.
Me gustan la buena vida, a mí me enseñaron a comer bien y tomar mejor, me gustan los autos veloces con todos los lujos, disfruto de 18 hoyos de golf cada vez que puedo o de ver un buen partido de cualquier deporte sin interrupciones con una buena botana, guacamole con chicharrón del “Charro” o un rasuradito de atún con chiles toreados y una buena cerveza o un mezcal oaxaqueño o los dos que se llevan muy bien. Con respecto al sexo, digamos que tengo mis particularidades.
Vayamos a los básicos, quiénes somos como género los hombres (cuando menos los de mi generación en su mayoría). La realidad es que en cuanto a nuestras necesidades somos muy simples. Nosotros podemos ir en familia o juntarnos con los cuates a comer (la mayoría de las veces cosas que no son sanas y que a las mujeres les parecen desagradables ya sea por la comida o el lugar), una birria de La Polar un sábado por la mañana, unos tacos el domingo en la tarde a un lado de la Plaza México o una barbacoa camino a Toluca nos producen un inmenso placer, no contamos las calorías que nos metemos, ni cuantas tortillas nos comimos, sólo disfrutamos. Lo mismo sucede con el trago, disfrutamos un buen tequila, mezcal, cerveza o cualquier otra cosa, lo podemos tomar solos o con compañía no tiene mucha relevancia, lo gozamos y si las condiciones son correctas, disfrutaremos los siguientes 3 o 4 tragos (en este tema siempre entra en juego el tipo de borracho) pero si somos civilizados en general con eso nos basta.
Ahora, el tema de los deportes es un poco más complejo, hay que tomar en cuenta el factor de a quien le vamos, si nuestro equipo juega y somos muy fanáticos, no queremos comidas, no queremos visitas, no tenemos el gusto de nada porque si nuestro equipo gana todo funciona, pero si nuestro equipo pierde no queremos ver a nadie y muy probablemente hasta estemos de muy mal humor, sólo queremos decir MIERDA en soledad. Cuando el partido es de un deporte que no seguimos (típicamente finales de cualquier deporte) entonces no importa siempre y cuando los dos complementos anteriores estén presentes, buena comida y buen trago. Independientemente de cualquiera de estas circunstancias lo que deben de entender es que nosotros si vemos los partidos, no estamos disponibles para platicar más que en los comerciales y JAMÁS estamos en la disposición de tener una conversación significativa en medio de un buen partido.
El tema del sexo es todavía más sencillo, somos más elementales, lo primero que hay que decir al respecto es que nosotros SIEMPRE estamos disponibles, incluyendo si interrumpe cualquiera de las actividades antes mencionadas, no importa, el sexo es primero, después viene el sexo y al final viene el sexo. También en el tema del como lo hacemos es simple, lo primero es que debemos de satisfacer nuestro instinto más primario, es una necesidad para nosotros que nuestra pareja nos desee y que cuando tenemos sexo con ella este satisfecha y lo exprese de manera evidente, eso es mucho más importante que el placer que experimentamos, esto no es por una posición altruista ni mucho menos, es porque así nos sentimos machos y fuertes, nuestro placer individual es secundario, cuando sólo queremos nuestra satisfacción pagamos por ello o nos las arreglamos solos.
Por el momento, creo que ya les di los básicos acerca de nosotros, en otras entregas profundizaré en cada uno de estos tópicos y cómo afectan nuestras relaciones. Desde esta columna les digo, déjense de chingaderas y pónganse a disfrutar.


