top of page

¿Soltera o en pareja?

por Xóchitl Niezhdánova

 

Mucho han cambiado las formas de amar en estos tiempos, y todos volteamos la vista a nuevos paradigmas para vivir la experiencia tan buscada del amor. En las nuevas generaciones, muchas veces, la disyuntiva está entre casarse o no casarse. Y si decides no firmar el acta matrimonial y “legalizar” tu compromiso amoroso, entonces surge una nueva disyuntiva: vivir en pareja o permanecer soltera.

 

El nuevo amor se basa en prioridades: quieres viajar; realizarte profesionalmente; hacer estudios de posgrado en algún país extranjero; o formar una familia. No obstante, quienes optan por establecerse y procrear, tampoco lo hacen a la manera “antigua”, ahora las reglas del juego son distintas. Ambos comparten las responsabilidades sin diferencia de género. Pero, antes de sentar cabeza tanto hombres como mujeres prefieren “vivir la vida”.

 

Son muchos los atractivos que el mundo ofrece, como para quedarse a cuidar de los niños y atender el hogar. Los hombres tampoco quieren asumir una responsabilidad tan fuerte como la paternidad a edad temprana – y hacen bien–  porque tener hijos no es algo simple. Se requiere de un nivel de madurez que las personas no poseen cuando recién egresan de la carrera. Se va generalizando la idea de tener hijos entre los treinta y los cuarenta. Y mientras tanto conocer mundo, disfrutar con los amigos, y adquirir un poco de experiencia.

 

No es así en todos los casos, hay jóvenes parejas que se embarcan en un embarazo cuando ni siquiera han terminado sus estudios preparatorios, o tan pronto como acaban su carrera. Pero desafortunadamente, la práctica ha probado que estos jóvenes matrimonios tienden a durar poco, dejando una familia quebrantada e hijos con un futuro incierto, debido a la disolución matrimonial. Posteriormente estos padres “prematuros” rehacen sus vidas, acarreando la paternidad del matrimonio anterior, y entonces las cosas se complican, porque la nueva familia tampoco tiene garantía de duración.

 

Son muchos los obstáculos que hay que sortear a la hora de decidir nuestra vida amorosa. Poco a poco se va abandonando la fantasía del amor romántico, para ser sustituido por una idea más pragmática y operativa que se ajuste a nuestra apresurada forma de vida en medio de un mundo regido por la tecnología, en donde todos quieren acceder a las ventajas que el neoliberalismo ofrece.

 

Las nuevas formas de amar no pueden calificarse ni de buenas, ni de malas, simplemente son. Es lo que nos está tocando vivir, y lo que la gente hace es ajustarse a las nuevas formas de vida. Uno pone en la balanza el sentimiento de estar enamorado, y la posibilidad de acceder a una vida de comodidades a través de la formación profesional. Al menos así sucede en la clase media.

 

Pero la idea de prolongar el tiempo para establecerse y formar una familia es más general. Priorizamos el aspecto económico, y poco a poco vamos aprendiendo a generar un patrimonio, antes de embarcarnos en lo que implica mantener un hogar. Ya no hay mucha prisa por casarse o tener hijos, y es cuando surgen las nuevas posibilidades: puedes irte a vivir con tu novio y compartir la renta de un departamento, así como el resto de los gastos. O definitivamente mantenerte soltero e independiente, lo que no impide que te relaciones sentimentalmente o incluso cambies de pareja con cierta periodicidad, pero siempre viviendo por tu cuenta y gozando de una mayor independencia, y menos responsabilidades compartidas.

 

En estos esquemas el amor no tiene por qué salir perdiendo – es cuestión de adaptarse –, al parecer el romanticismo seguirá permaneciendo entre nosotros, mientras la atracción física y otros estímulos más significativos sigan “emparejando” a los sexos. La diferencia es cómo elijas vivir, porque ahora las posibilidades socialmente aceptables se incrementan, y no hay ningún problema si prefieres mantener tu independencia, y vivir en casas separadas con tu pareja, o definitivamente dar el paso y crear los cimientos para formar una familia, en la que por lo general hombres y mujeres compartirán las responsabilidades económicas y domésticas. Y habrá que aprender a convivir como iguales, esforzándose por desdibujar los esquemas patriarcales del machismo, para posibilitar la armonía en el seno del nuevo hogar.

 

Las opciones están sobre la mesa, y la elección es nuestra. ¿Qué queremos hacer de nuestra vida? ¿Cómo nos visualizamos a los 40 años? En caso de permanecer solteros, sabremos lidiar con la soledad que esta forma de vida implica. Una soledad que no necesariamente es dañina sino hasta saludable y deseada, que nos hace más maduros y nos posibilita la capacidad de relación con los demás. Pero vivir en pareja también conlleva un aprendizaje y una maduración, para la que debemos estar preparados. Es una toma de decisiones que debe pensarse con antelación y equilibrio, porque definirá nuestra vida.

 

Lo importante es que nos hagamos responsables de nuestras emociones, y de nuestras elecciones. Que – sea lo que sea que decidamos– estemos dispuestos a actuar con sensatez y prudencia. Lo primero es aprender a conocernos, a identificar nuestras necesidades y deseos, para que a la hora de decidir nuestra vida amorosa no improvisemos, porque las consecuencias pueden ser desastrosas e irreversibles, sobre todo para terceras personas, como es el caso de la descendencia. Desde mi punto de vista, es posible enamorarse, sentir mariposas en el estómago, y actuar con inteligencia al mismo tiempo. Todo es cuestión de estar conscientes de nuestros actos, y aprovechar las opciones que la vida moderna nos ofrece.

Captura de pantalla 2019-02-18 12.09.46.

Xóchitl Niezdáhnova

Ingeniera de la vida y poetisa de mente, soltera por descuido que no deja de creer en el amor. Viajera en el mundo de los sueños, eterna distraída y pintora.

Los Calzones de Guadalupe Staff

Aquí hablamos de lo que importa decir, que es generalmente lo que nadie quiere escuchar

Tags   amor, pareja, soltera, soltería, vivir sola

  • Black Facebook Icon
  • Black Twitter Icon
  • Black Pinterest Icon
  • Black Instagram Icon

Para leer de nuevo

Orgasmo femenino.jpg

El orgasmo femenino

viajeyequipaje.jpg

Viaje y equipaje

El arte de amargarse la vida.jpeg

El arte de amargarse la vida

bottom of page