A mí se me rompió el corazón cuando era niña, sí, por un hombre, por uno que se fue demasiado pronto y por eso pienso que el corazón se rompe sólo una vez. Las demás veces, cuando tienes novio, pareja, amante, amigo, no se rompe el corazón, se rompe la confianza, se rompe la ilusión, se rompe el deseo, se rompen las ganas, se rompe el orgullo y a veces hasta la dignidad, pero el corazón no.

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El estar con alguien, el amar a alguien, el seguir con alguien siempre es una elección, se te rompe el esquema si lo dejas, se te rompen los ideales si lo amas, se te rompe el pudor si estás con él. Te rompe tenerlo y te rompe dejarlo ir, te rompe la indecisión, te rompe la incertidumbre, te rompe el miedo, te rompe la rutina, te rompe ser nada y entonces se te rompe el amor propio, se te rompe el cariño, se te rompe la sensualidad, pero el corazón no.

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También te rompe la sociedad, te fractura su constante presión si eres soltera, si no tienes hijos, si vives en unión libre, si eres divorciada, si eres casada infeliz y también si eres feliz, te rompe porque no has cumplido con sus expectativas, te rompen la alegría, pero el corazón no.

Te rompe un trabajo que te esclaviza, te rompe la violencia del día a día, te rompe el acoso en la calle, te rompe la impotencia, te rompe la impunidad, te rompe la corrupción, te rompe la desgracia, se te rompe el día, se te rompe la fe, se te rompe la voluntad, pero el corazón no.

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Se rompe todo si tú dejas que se rompa: el amor, la sonrisa, la personalidad, el cuerpo, la seguridad, la estructura, la estabilidad, la congruencia…pero el corazón no, el corazón nunca.