Si pudiéramos escalar los muros que el machismo ha construido alrededor de las mujeres, llegaríamos hasta ese ominoso techo de cristal que nos han impuesto y al romperlo con nuestro coraje sonaría PRRAS, PRRAS, PRRAS. Los pedazos caerían al fondo de nuestra frustración milenaria y se harían añicos, los pisaríamos con nuestros tacones empoderados para que nunca, nunca más pudieran volver a representar ese tope a nuestras aspiraciones ilimitadas, a nuestras ambiciones, a nuestros sueños, a la verdadera igualdad de género.

 

PRRAS, PRRAS, PRRAS, es ese sonido el que las mujeres queremos escuchar, el techo de cristal que el patriarcado ha construido rompiéndose con un estruendo espectacular, es ese deseo el que inspiró a dos mujeres artistas a formar en 2018 el colectivo Prras! 

 

Ellas son Nelly César y Tamara Ibarra, artistas, feministas y activistas, mujeres que a través del arte han realizado un poderoso activismo con miras a reconocer y hacer visible la labor de las mujeres en el arte y la cultura en México.  

 

Todo comenzó con una convocatoria en redes sociales realizada por este colectivo, invitando a artistas, escritoras, historiadoras, antropólogas, sociólogas y demás mujeres de cualquier profesión de impacto cultural,  a escribir una carta dirigida a otras mujeres artistas que las inspiraron en la vida y la labor creativa. El resultado de tal convocatoria fue este maravilloso proyecto editorial que ahora conocemos como Cartas públicas a mujeres del arte, que a la fecha se ha realizado ya en dos ocasiones, 2018 y 2019, reuniendo en ambas ediciones el trabajo de más de 50 artistas y dando a conocer sus historias de vida y su obra a través de su publicación colectiva.

 

En la primera edición de este proyecto, el objetivo era integrar la publicación de las cartas enviadas por las participantes en la exposición colectiva “Prras!”, que incluía piezas y participación de doce artistas, en el afán de visibilizar los ejercicios laborales de las mujeres en el arte en México; los obstáculos que han de sortear en el mundo del arte para posicionarse, las innumerables dificultades que enfrentan, y cómo sus esfuerzos son, a pesar de todo, insuficientes para lograr colocarse en el ámbito artístico, llegar a los puestos a los que aspiran y los salarios que necesitan, a los que los hombre sí tienen acceso. La respuesta en ese primer volumen fue de más de 50 artistas que reconocían a otras 160. 

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Cartas públicas a mujeres del arte se renovó como convocatoria y proyecto al año siguiente, esta vez invitando a las participantes a escribir sobre ellas mismas, sobre su trabajo artístico y sobre las redes de apoyo que hacen posible que se desarrollen como creadoras. Era ésta la forma en que el colectivo Prras! buscaba lograr que las artistas hicieran algo a lo que no estaban habituadas, hablar de ellas mismas frente al público, hablar de quienes las inspiraban, de quienes las ayudaban y hacían posible su desempeño artístico.

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Desde su creación, el colectivo Prras! ha tenido como consigna hacer visibles a las mujeres en la escena artística y cultural de nuestro país, y lo ha hecho de múltiples formas, por medio de estrategias pop, a través de colaboraciones y dinámicas innovadoras que difunden las formas de pensar, hacer y crear de las mujeres en el arte, especialmente el arte contemporáneo. Con su labor han logrado irrumpir en la escena artística por medio de la radio, performances, exposiciones, redes sociales y publicaciones. 

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Como lo ha consignado en su manifiesto fundacional, este colectivo se ha autodenominado Prras!  en alusión “al sonido del techo de cristal rompiéndose, una onomatopeya de lo que tantas mujeres desean que pase, que el sistema patriarcal se venga abajo y puedan acceder a lo que se les ha negado por su género”.  

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La magnitud de su proyecto artístico y su convocatoria ya es enorme, al punto en que Prras! se ha posicionado en el ambiente cultural como una auténtica marca, su branding ya empieza a reconocerse como la representación genuina de la nueva ola del feminismo en el ámbito del arte, un sello que identifica a sus integrantes con la innovación, la visualización de las mujeres, de sus formas de crear, de hacer arte, de generar redes de apoyo,  de convivir y socializar en el centro del proceso creativo.

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Los tópicos que el colectivo Prras! ha puesto en la mesa del debate, se relacionan con los temas que urge discutir no solo en el universo de la cultura sino también en el campo de lo social, lo político y lo familiar:  los motivos por los que las mujeres no hablan de sí mismas y su trabajo, por qué no ocupan los espacios públicos, espacios que son tradicionalmente masculinos, y cuando lo hacen, las razones por las cuales son señaladas por su estilo y etiquetadas como sentimentales o cursis.

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Tanto las integrantes del colectivo como las artistas que han participado en los proyectos artísticos y editoriales, como Aidée Bañuelos y Cath Leuscier, han hablado durante sus participaciones en performances y exposiciones de la manera en que las formas textuales del arte también están encasilladas en expectativas de género, cómo hay estilos y tipos de escritura que son calificadas como femeninas o masculinas, considerándose siempre a lo masculino como lo mejor, lo apropiado, lo profesional.

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En este sentido, Nelly Cesar y Tamara Ibarra, fundadoras del colectivo, han hecho notar en muchas ocasiones la importancia de uno de los temas determinantes en el mundo del arte femenino, esto es, la forma en que las mujeres se autocensuran en el proceso creativo, en un afán por no ser tachadas de cursis o demasiado emocionales, siempre en el intento de ser aceptadas en el medio, dominado por las voces masculinas y su perspectiva artística.

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Desde el momento de su creación, Prras! ha irrumpido en la escena cultural nacional con sus diversas manifestaciones, creando un espacio que ya resultaba indispensable en la difusión artística, el espacio que le corresponde a la demanda de las mujeres por el reconocimiento y la apropiación de sus modos de hacer arte, de sus necesidades, sus vivencias, la voz propia a la que no han tenido acceso plenamente hasta ahora.

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Las mujeres hacemos arte de formas totalmente diferentes a los hombres, porque para una mujer nunca es fácil emprender una carrera artística, para hacerlo tendrá que apoyarse de otros, de otras mujeres especialmente, habrá de crear redes de apoyo, redes de afecto y sobrevivencia que le permitan realizar lo que ama, y esta experiencia tendrá que quedar plasmada en la creación necesariamente.

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Es así de sencillo, así de complejo y, a veces doloroso. Es esto lo que el colectivo Prras! quiere hacer visible y dejar claro, para abrir brecha a las nuevas generaciones de mujeres que están haciendo arte, para abonar la tierra que otras ya están habitando. Su trabajo es indispensable, es generoso, es invaluable.

 

 “Prras!” es también el ruido colectivo contestando a la pregunta: ¿Dónde están las mujeres artistas?

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Están aquí, han estado siempre, entre nosotros, casi invisibles, Prras! se ha creado para que todos podamos verlas.