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Poder Latino y Super Bowl

por Ilse Salas

Música, ritmo, energía, emociones y poder latino. Las luces del Hard Rock Stadium estallan por todo lo alto de un cielo nocturno y despejado en la idílica Miami, más de 100 millones de espectadores en todo el mundo vibran con el estruendo de los acordes y los fuegos artificiales del evento del año, muchos han esperado durante meses,  la fecha capicúa por excelencia por fin ha llegado, este es el día, 02022020, Shakira aparece vestida de rojo destellante en el ambicionado escenario del medio tiempo del Super Bowl, acompañada de un espectacular elenco de bailarinas latinas también ataviadas de un rojo incendiario que con su fulgor parece hacer arder la atmósfera del entarimado.  

 

La gente vibra con ella, quienes han ido hasta allá y han podido pagar el costo bárbaro del boleto, quienes la siguen sin parpadear pegados a las televisiones en casa y las grandes pantallas dispuestas en restaurantes y plazas, la emoción en los corazones se desata mientras la colombiana entona los éxitos de su repertorio que todo el mundo conoce, She Wolf, Empire, Whenever Wherever. Durante los seis minutos que dura su espectáculo en solitario, la gente se olvida por completo de que ha venido al estadio a ver cómo se disputan el triunfo del súper tazón sus equipos favoritos de futbol americano, solo tenemos ojos para admirar la cabellera salvaje de la cantante, solo tenemos oídos para escucharla cantar al ritmo del reguetón y verla mover las caderas mientras entona Chantaje, solo tenemos aliento para que nos lo arrebate al final, cuando enciende el escenario con su famosísima Hips don´t lie.   

Como si la actuación de la colombiana no hubiera sido suficiente para poner a latir nuestros corazones a todo lo que dan, Jennifer Lopez aparece en escena, despampanante y sensual, luciendo un body de cuero negro diseñado por la casa Versace y montada en un tubo de pole dance, cantando con su potente voz Jenny from the block, uno de sus primeros éxitos como solista. Todos la reconocemos, es la mujer latina del Bronx que conquistó a pulso Hollywood y la escena musical del pop, el hip hop, el regaeton, quien le ha dado sello y personalidad al empoderamiento latino en el país del norte y ha conquistado a la audiencia gringa con su carisma, su sensualidad, su incomparable estilo latino de strong independent woman, de latin power, la newyorkina de raíces puertorriqueñas, que en el mundo del showbusiness es conocida por que todo lo que toca se convierte en oro puro, en entradas multimillonarias a las empresas y los proyectos artísticos en los que se involucra.

Shakira y JLo, las reinas de la noche, “las reinas de oro y plata”, como las ha llamado al día siguiente la prensa en todo el mundo, en alusión a su actuación en el número que ha cerrado el espectáculo del medio tiempo del Super Bowl, una vestida de dorado y la otra ataviada con un body cubierto de brillantes y lentejuelas plateadas, cantando al unísono el Waka Waka, moviendo sus caderas espectaculares en una sincronía que desata las pasiones más exacerbadas de los espectadores y  millones de memes y twits en redes sociales. Durante las horas siguientes no se hablará de otra cosa, se nos olvidan los 49ers con su fracaso pasmoso y hasta los Jefes de Kansas City con su triunfo inesperado remontando el marcador en un desesperado segundo arranque. Solo tenemos cabeza para recordar las escenas inolvidables del espectáculo, para reproducir miles de veces en redes ese contoneo a dúo de estas mujeres poderosas.

Habían prometido convertir el espectáculo más visto del año en una celebración global de la cultura latina y han cumplido a cabalidad esa promesa. Jennifer Lopez y Shakira han desplegado todas sus armas para hacer brillar como nunca la tradición hispana. La newyorkina extendiendo a medio escenario una gigantesca bandera puertoriqueña a manera de capa, la colombiana rindiendo homenaje al Carnaval de su ciudad natal, Barranquilla, y rodeándose de algunos de los personajes icónicos del evento folclórico más importante de Colombia, ataviados con máscaras, congos y tocados realizados por artesanos para la ocasión, viralizando un gesto con la lengua que ha realizado frente a la cámara, característico de la mencionada festividad.

La importancia de este espectáculo rebasa la esfera deportiva, y es por ello que tenemos que hablar del tema, el hecho de que dos representantes de la tradición latina hayan dominado la escena del Super Bowl, un evento que es pilar de la cultura norteamericana por excelencia, tiene una connotación social trascendente y un peso político que con toda seguridad tendrá consecuencias importantes en los siguientes meses, especialmente frente a los sucesos que se aproximan en la política del país del norte, las elecciones presidenciales, el proceso político contra Trump, el más anti latino y racista de los presidentes que ha habido en los Estados Unidos durante los últimos tiempos.

Es indudable, bastaron 12 minutos para que “las diosas de oro y plata” impusieran el poder latino este pasado domingo en el Super Bowl, a pesar del clima político anti inmigrante y anti latino que se vive desde la llegada de Trump a la presidencia de los Estados Unidos. Mientras los republicanos más conservadores y los poderosos movimientos de la supremacía blanca tratan de expulsar de su entramado social la fuerza latina que no para de crecer en el país del norte, dos mujeres empoderadas del mundo del espectáculo mueven los corazones de millones, conquistan el escenario, dejan caer el peso del latin power con el estruendo de sus voces y sus ritmos musicales, para encender pasiones, para incendiar los prejuicios y dejar calladitas las bocas de todos los colores y las razas del orbe.

 

 

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Los Calzones de Guadalupe Staff

Aquí hablamos de lo que importa decir, que es generalmente lo que nadie quiere escuchar

Tags   soltera, matrimonio, pareja, Samantha FLA

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