Me daba pena caminar por los pasillos, no entendía qué era lo que pasaba, pero definitivamente quería que desapareciera, todo el mundo me miraba, como si ellos supieran lo que yo ignoraba, no dejaban de señalarme, de hablar de mí, y eso me confundía aún más, no sabía qué hacer, si decirles a mis papás, si contarlo a mis maestros, si decirles a mis abuelos, hermanos, amigos, o solo quedármelo y dejar que las cosas pasaran por sí solas. Tiempo después entendí qué era lo que pasaba, me di la oportunidad de escucharme y de saber qué era lo que sentía, sin embargo; no fue sencillo, al contrario, ahora todo era más complicado, yo sabía por qué me señalaban y me sentía culpable, sí, me sentía culpable de existir, de respirar, de ver el error que era mi existencia, me odié muchas veces frente al espejo y me castigué a mi mism@, me supliqué de una y mil formas que cambiara, porque yo no quería ser ese ser humano del que todos hablaban, detestaba en lo que me había convertido.

 

No sabía qué hacer ni cómo afrontarlo, como enfrentarme a mi mism@, como decirme qué hacer y cómo cambiarlo, fue ahí cuando decidí contarle a alguien, le conté a un@ de mis amig@s y su respuesta fue espantosa, escalofriante, se molestó conmigo y me dijo que no quería volver a hablarme en la vida, que no quería tener nada que ver con alguien como yo.

 

En la desesperación de encontrarme completamente abandonad@ decidí platicarlo con mis padres, ambos quedaron confundidos, entonces decidieron que sería buena idea llevarme al psicólogo, ¿de verdad estaba tan confundid@?, yo sabía que no estaba loc@, sin embargo; mis papás creían que sí, entonces acepté, por una razón: porque creí que sería bueno que alguien “neutral” en mi vida me escuchara.

 

Comencé a asistir al psicólogo y entonces las cosas se pusieron en su lugar, entendí que yo era completamente normal, la que no estaba bien era la gente, mis papás entendieron que yo no estaba enferm@, mucho menos loc@, mi diagnostico se resumió a un adolescente que necesitaba encontrarse, y en terapia lo logró, simple, como cualquier otra persona que necesita ayuda.

 

Después de este viacrucis, parecía que todo había terminado, pero no fue así, aun me faltaba enfrentar la ignorancia, la otras formas de pensar, el mundo, el erróneo y cruel mundo, y mis papás no ayudaron mucho, resultó ser un tema del cual parecían tener que explicarle a todo el mundo, como si tuviera una enfermedad mortal que debía tratarse con discreción, y todo lo contrario, mis tíos comenzaron a mirarme con odio, mis primos no se me acercaban, mi abuelita casi casi me corre de su casa de por vida, y por si fuera poco el chisme se divulgó por casi todo mi entorno social, en la escuela lo sabían, mis familiares lo sabían y al parecer todos a mi alrededor lo sabían y me trataban con pinzas como si fuera alguien con un virus dispuesto a contagiar a todo el mundo.

 

Tomé la “sabia” decisión de ser tal cual yo era, sin tapujos, sin medida, fui tan ingenu@, me expuse, y entonces la situación empeoró, comenzaron los golpes, las amenazas, me corrían de lugares públicos y me miraban de la forma más horrible posible, en los vestidores no me dejaban entrar hasta que tod@s estuvieran vestid@s, se burlaban de mí cuando necesitaba entrar a algún baño, es más, era completamente insoportable y dolorosa la frase “fórmense, de este lado las niñas, y de este lado los niños”, todo el mundo me empujaba y se burlaban de mí.

 

Todo parecía terrible, obscuro, triste, sin salida, hasta que l@ conocí, una persona idéntica a mí, alguien que me apoyó y estuvo conmigo para que entre l@s dos soportáramos todos los malos gestos y actos del mundo, pero a veces el mundo es más fuerte que las personas y una tarde me llamaron para decirme que se había suicidado, que se había ahorcado en su cuarto, y que solo había dejado una nota, con una frase muy triste que nadie en su familia entendió, pero yo sí, la nota decía algo así: “perdón por ser diferente”.

 

Le lloré mucho y le cuestioné a la vida por qué era tan injusta, y justo con nosotr@s, nosotr@s que l@s queremos tanto.

 

Ahora he crecido y comprendí que la culpa no era mía, sino de la gente que no puede entender que no estamos normalizando nada, simplemente estamos siendo nosotr@s mism@s como debió ser desde el principio, aun l@ recuerdo con sentimiento y le dedico todas y cada una de la veces que he alzado la voz para defenderme, todas esas veces que he dado la cara por lo que soy sin miedo a las consecuencias, porque no se vale que la gente cruel ande por la vida sin ser criticada, y yo que solo vengo a amar al mundo sea criticad@, juzgad@ y golpead@ por ser yo mism@.

 

Estoy hart@ de toda la basura en la que se ha convertido el mundo y espero que a alguien le sirva mi testimonio, soy feliz, hoy soy feliz, le gané la batalla a la gente que quiso verme colgando de la lámpara de mi cuarto, o que me quiso ver aventándome de un puente, tengo padres que me aman, amig@s de verdad que me apoyan y una pareja que esta conmigo en las buenas y en las malas, soy clar@ con mi vida, y no dejo de pelear por mis derechos, pero no menosprecio y nunca olvido todo lo que tuve que pasar para llegar hasta aquí y mucho menos quiero que olviden que yo estoy aquí porque Dios me dio la fuerza para salir adelante pero si, también tengo un ángel que perdió la batalla, que le impuso el mayor enemigo del hombre: LA SOCIEDAD.

 

Lamento compartir este texto, lamento tanto que alguien tenga que vivir tanto dolor y sufrimiento para poder hacer consciencia, y lamento sobre manera la cantidad de mierda que tiene la gente en la cabeza.

 

Escuchar la historia fue difícil, no entiendo por qué la gente tiene que explicar quién es y de dónde viene, como lo descubrió y si lo discriminaron o no; cómo lo tomaron sus padres o sus amigos, estoy segura de que si todos tuviéramos que dar esas explicaciones nos sentiríamos abrumados y nos cuestionaríamos a nosotros mismos si esta correcto ser quienes somos. Ahora yo te pregunto a ti, sí, a ti persona que lee esto y se encarga de criticar y sembrar dolor, ¿Está bien ser quién eres? ¿por qué? ¿por qué no eres antinatural? ¿porque crees en dios?

 

Dejen de tomar pretextos tontos para justificar su ignorancia, todo lo que los rodea es completa y enteramente NATURAL, lo ANTINATURAL, NO EXISTE, y les tengo otra noticia, si leen bien lo que dice y son muy creyentes, también alguien una vez dijo “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, Dios no bajó a la tierra para informales qué tenía que ser azul y rosa, hombre y mujer. Si eres creyente y amante de tu religión recuerda que él bajó y fue crucificado para que tú pudieras vivir y amar a los demás, no para que seas tú quien decida qué está bien y qué está mal.

 

Me da pena tener que felicitar a quien no ha sido discriminado, a quien no ha sufrido, me da vergüenza caminar con gente ignorante y me da mucho coraje tener que defenderlos y defender mis creencias y pensamientos, me da coraje escuchar historias tristes, me da coraje tener que dar explicaciones, me da coraje tener que soportar platicas pobres y carentes de información y me da aún más coraje ver a la gente que quiero ser víctima de todos estos actos.

 

Pero algo sí les aseguro, me llena de alegría conocerl@s, me llena de amor y de alegría, marchar con ell@s para defenderl@s, me llena de alegría que sean mis amig@s y gente cercana que considero mi familia, y lo que más, más, más alegría me da, es decir: yo apoyo a la comunidad LGBTTTIQ.

 

No hace falta serlo para apoyarlo y recuerden que no importa quiénes sean, ni qué les guste o qué prefieran, de dónde vienen, ni a dónde van, lo que en verdad importa es lo que aprendemos de las personas y de donde realmente podemos aprender es de su corazón, porque ahí es donde realmente viven.

 

Amen y déjense amar, que aquí lo único natural y cien por ciento real ES EL AMOR.

 

Los ama Alma Grande