Se ha abundado tanto en el tema de las sustancias y los elementos que incrementan el deseo sexual que existen en el mercado toda clase de afrodisiacos, a los que se les atribuyen propiedades casi mágicas para elevar el apetito sexual al infinito, y tener una noche hipersexual al lado de la pareja.

 

Entre los afrodisiacos más conocidos existen varias sustancias químicas como la yohimbina y la feniletilamina que se encuentra presente en el chocolate. Muchas de las sustancias afrodisiacas son hormonas y la libido está directamente relacionada a ellas, principalmente a la testosterona. Además de sustancias químicas hay alimentos a los que también se les atribuyen propiedades afrodisiacas, como las ostras y los mariscos en general.

 

La infusión de mandrágora, una raíz de origen asiático, es considerada un afrodisiaco muy poderoso; el satiricón es otra planta que se considera incrementa también la libido. El Ginsen, una raíz china, contiene péptidos que pueden mejorar el bienestar general y la función eréctil. También los frutos rojos están entre los alimentos predilectos a la hora de hacer el amor, e incluso existen afrodisiacos extraños como los nidos de golondrina y los cuernos de rinoceronte.

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En lo personal, al igual que muchas mujeres, tuve una época en la que me dediqué con ímpetu desmedido a encontrar alguna sustancia que aumentara la pasión a la hora del acto sexual para seducir a mi pareja y hacer del momento algo memorable. Usé desde plumas de pavorreal para incitar en los juegos previos, hasta diferentes clases de aceites esenciales como el benjuí y otros más poderosos y específicos para el amor según su vendedora.

 

Empleé ungüentos poderosos que estimulaban la sensibilidad al aplicarlos a través de masajes corporales. El ambiente, según los conocedores, también es importante a la hora de desplegar las energías sexuales, algo como velas aromáticas alrededor del lugar, incienso de intenso aroma, y de ser posible un “nido” de cojines mullidos donde comenzar las caricias parte del preámbulo.

 

No dudo que este tipo de elementos ayude a aumentar el romanticismo en un encuentro, y desaten la pasión en los participantes. Por otro lado, es posible que alimentos y sustancias incrementen más nuestra idea de un encuentro sexual intenso a nivel mental que a nivel corporal, pero yo creo que, a la hora de hacer el amor, el afrodisiaco más poderoso e infalible es el amor.

 

A través de emociones auténticas de afecto y consideración cada caricia, cada beso, cada roce, se exacerban porque la otra persona siente que realmente le importa a su pareja, y a través de la intimidad sexual ambos miembros de la pareja se vuelven uno en un espacio de sensaciones donde la emoción es el afrodisiaco más importante.

 

En pocas palabras, empleen todo tipo de estímulos a través de los afrodisiacos que existen en el medio, y disfruten de aromas, olores y sabores como parte del encuentro sexual, pero no olviden que lo principal es el amor que sienten por su pareja, y entréguense a ella con el corazón.

 

Una intimidad relevante y honesta incrementará el vínculo afectivo y fortalecerá su relación. De esta forma, aunada a un ambiente propicio enriquecido por aromas y sabores selectos, siempre dejarán a su pareja queriendo más.