Se sentía verdaderamente libre cuando estaba arriba de un escenario, acariciando las notas del piano y cantando con esa voz gruesa que siempre le caracterizó. Su figura, más allá del talento innato y su lugar en el mundo de la música, está marcada por la lucha en favor de los derechos civiles y sus constantes conflictos internos: una vida atormentada y solitaria.

 

Si queremos entender su historia, habría que situarse en Carolina del Norte en los años treinta, un periodo difícil para la gente de color y más para las mujeres, pues la segregación racial en Estados Unidos era parte de la vida cotidiana y estuvo presente de manera intensa hasta finales de la década de los sesenta.

 

Ella nació precisamente en esa época en la que ser mujer y de raza negra no era nada fácil, pero desde pequeña se destacó como una niña con un talento descomunal para el piano, lo que le permitió ser preparada como una concertista clásica. Deseaba ser la más grande,  y para ello pasaba horas enteras dedicadas a la música. Vivió su infancia aislada, sin los juegos que la niñez trae consigo, tenía un objetivo fijo y para lograrlo debía cruzar todos los días la línea entre el mundo de los negros y de los blancos.

 

Desde niña aprendió que había diferencias entre una raza y otra, pero fue hasta su juventud, cuando fue rechazada en una escuela de música, que entendió que su color de piel podía limitarla; sin embargo, no fue así. Si bien su anhelo era ser concertista, la necesidad de mantener a su familia la llevó a cantar en bares donde se acercó al blues, al jazz y al soul, ritmos que la hicieron triunfar en el mundo de la música —a pesar de la época en que vivió— y a convertirse en una leyenda.

 

Esta mujer —que lo tenía todo— no le encontraba sentido a su vida, violentada en su matrimonio, solitaria a pesar de su hija, atormentada por constantes transiciones entre la ira y la depresión.

 

La alta sacerdotisa del soul, como se le conocía, vivía intensamente las injusticias que sufría su raza, y lo acontecido en Birmingham (1973), donde varias pequeñas de raza negra fueron asesinadas, fue el punto de inflexión, entendió que la música no tenía razón de ser sin causa y comenzó a defender sus derechos a través de sus canciones.

 

Se involucró en la lucha por los derechos civiles de los negros; sus letras cambiaron radicalmente y aunque se sentía satisfecha con lo que hacía, el contenido político y sumamente sensible de sus letras le cerraron las puertas de las disqueras. Aun así, continuó con su causa, hasta la muerte de Martin Luther King, un suceso que rompió por completo con la lucha pacífica. Sin trabajo, sin razón y llena de contradicciones se alejó de todo.

 

Su personalidad —complicada—, con arranques de ira, periodos profundos de depresión, inestabilidad y violencia, la convirtieron en una mujer radical que se fue separando de su familia. Buscó sus raíces en el África negra, e intentó hacer llegar su mensaje para sacudir la conciencia de la gente.

 

Su historia termina apartada de sus seres queridos y agobiada por los demonios de la bipolaridad. Una vida de altibajos, de talentos y sufrimientos, de violencia y amor, de ideales y una búsqueda constante de pertenencia, así vivió Eunice Waymon, una mujer como cualquier otra, de voz gruesa y dedos privilegiados, así vivió Nina Simone.

 

 

Para quienes nos sentimos ajenos al blues, al jazz y a su historia pero queremos saber más de ella, What Happened, Miss Simone? es un documental original de Netflix en el que se puede apreciar el verdadero sentir de Nina, su historia y la lucha con sus propios demonios.

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