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Eufóricos y perdidos

 

 

                                                                         

por Daniela Rivera

Se llama Rue Bennett, tiene 17 años, nació un día después del 11 de septiembre del 2001, día en que se cometieron los atentados terroristas más traumáticos para la población norteamericana en los últimos tiempos. Sus padres presenciaron la tragedia a través del televisor todavía en el hospital, con la pequeña Rue recién nacida en brazos mientras la tristeza y la desolación de las transmisiones del evento se iba filtrando en sus vidas y se repetía infinitamente hasta "convertirse en entumecimiento".

 

La infancia de Rue transcurre en un pequeño suburbio de clase media en un típico condado norteamericano, sin particularidades, sin nada sobresaliente que anotar, hasta que la pequeña Rue es diagnosticada con desorden bipolar y empieza a consumir psicotrópicos prescritos para controlar la ansiedad y la compulsión, hasta que a su padre le diagnostican cáncer y muere en el lapso de dos años, mientras ella le cuida a la vez que atraviesa la violencia de una adolescencia tipo en una secundaria pública del condado.

 

Rue no tiene la culpa de ser bipolar, no tiene la culpa de la muerte de su padre ni de los escasos recursos económicos de las familias como la de ella, el sistema ya era así cuando ella llegó, y ella no es nadie para cambiarlo, así que como a millones de jóvenes con su misma suerte en Norteamérica, lo único que le resta es vivir la vida que le tocó, ser consecuente con su destino y convertirse en una adicta a las drogas y al alcohol a la edad precoz de 17 años, enfrentar el mundo caótico de la secundaria a la que asiste como los demás, drogándose, bebiendo sin control, ejerciendo una sexualidad completamente confundida y violenta, entre la inconsciencia y la promiscuidad, entre el salvajismo de la pubertad y la genitalidad vuelta mercancía y moneda de cambio.

 

Sí, estamos hablando de Rue Bennet (Zendaya Maree Stoermer Coleman) el personaje que protagoniza Euphoria, la nueva serie de HBO, la que ya se ha estrenado en la plataforma este verano y ha desatado una ola de críticas y censuras por su contenido escandalosamente sexual y la naturaleza explícita de la información que da sobre las drogas, sobre las adicciones entre adolescentes, la violencia desmedida de su mundo y la perversión a la que desde muy jóvenes se ven inexorablemente sometidos.  

Sam Levinson (hijo del director de Rain Man, Barry Levinson) es el creador de esta serie, y debemos a él su autenticidad y la fuerza del impacto emocional que nos produce verla, porque Euphoria está basada en sus propias experiencias de vida, en su lucha contra las adicciones durante su juventud y sus dolorosas experiencias con la realidad de la amistad, el sexo y la violencia.

Euphoria sigue la vida de un grupo de adolescentes de clase media en la Norteamérica de nuestros tiempos, sus vicisitudes con un mundo moldeado por las drogas, los traumas de infancia, la soledad, el consumismo, la intolerancia y el vacío existencial.

 

Y aunque su argumento suena como otra de esas series de adolescentes llenas de estereotipos y conflictos superficiales, no es en absoluto nada parecido a eso. Euphoria es en realidad una oda al vacío existencial y la soledad profunda a los que las sociedades consumistas someten a sus jóvenes, verla nos confronta con esta realidad dolorosa y cruda, la de atestiguar la rudeza y la crueldad con que hacemos crecer a los jóvenes  y los lanzamos tempranamente a un mundo adulto lleno de perversiones y conflictos no resueltos. 

Es por ello que Euphoria no es para cualquier público, porque no cualquier persona se atreve a ver la realidad llevada a la pantalla sin ocultamientos ni disimulos. Es por esta razón que ha sido duramente criticada y censurada aún antes de su estreno por los círculos más conservadores de la sociedad gringa, y por ello también que el director de programación de HBO, Casey Bloys ha dicho que esta serie no es para todos, por que el objetivo del programa es exponer a una audiencia adulta a los desafíos de crecer en la era de las drogas y las redes sociales, y aunque esto parezca demasiado extremo,  sigue estando basado en la realidad: "Puede parecer un empuje de límites, y la idea de ponerlos en la televisión es atrevida, pero estamos hablando de situaciones que alguien en realidad vivió".

Euphoria va a marcar un antes y un después en el mundo de las series televisivas, de eso estoy segura, porque verla es una experiencia alucinante, como la naturaleza misma de los estupefacientes que consumen sus protagonistas, una experiencia que como éstos nos hace perdernos en un abismo de aturdimiento por unos minutos, uno que nos libera de la dolorosa realidad momentáneamente pero nos devuelve casi de inmediato a la crudeza de una sola verdad, la del vacío, la soledad, la tragedia y el tormento insoportable que suponen las adicciones en la vida real.

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Daniela Rivera

Chismosa de corazón -comunicóloga de profesión- amante del show business, seguidora infatigable de las celebrities, Netflixmaniaca y buena amante, no pierde la esperanza de hacerse famosa y conocer a Thor.

Los Calzones de Guadalupe Staff

Aquí hablamos de lo que importa decir, que es generalmente lo que nadie quiere escuchar

Tags   Euphoria, series HBO, Daniela Rivera

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