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El Viaje

FUENTE:  Pixabay                                 

Por SAMANTHA FLA

Mayo 29 2018

Aquí estoy, sentada frente al ventanal, viendo como unos llegan y otros se van. Él está recargado en el barandal, me da la espalda, y lo observo, lo recorro con la mirada y comprendo por qué estoy aquí, con él.

Los minutos siguen pasando y yo he dejado a un lado el libro que traje para no aburrirme en la espera, porque si hay algo que no soporto eso es esperar, pero ahora estoy inmersa en mí, con la mirada fija hacia nada en específico, pensando en cualquier cosa o no pensando. De repente me llegan recuerdos, de la primera vez que lo vi afuera del teatro, del reencuentro en un cine, del vino que siempre hemos compartido y me pregunto si eso es el amor o si es solamente hacerse compañía.

Lo que tenemos nunca ha sido algo especial, más bien es algo excepcional, no creo que mucha gente pueda tener una relación así, tan distante y cercana, tan física y mental, tan descuidada, tan intensa, tan torpe, tan dispersa, tan nosotros.

De vez en cuando él voltea y me hace señas con la mano, respondo y sonrío, es un buen hombre, sólo que no deja resquicio para entrar, en eso nos parecemos, estamos a la defensiva, intentando no ser descubiertos, queridos, heridos. Sigue recargado en el barandal, yo cuento cuántos van llegando, y calculo, cientos, miles tal vez.

Creo más en la causalidad que en la casualidad, los encuentros tienen una causa y el nuestro es totalmente causal, hasta buscado me atrevería a decir, ¿se puede forzar al destino o a la vida?, lo que sí sé es que ambos lo buscábamos, antes, ahora, en algún momento después del primer saludo, en el tiempo que haya sido.

Es la hora, él me llama emocionado, me levanto, camino hacia donde está y me abraza, nunca me ha gustado que me abracen en público, pero ahí estamos, se aprovecha del momento y me toma de la mano, otro gesto que no suelo aceptar, pero qué más da, estamos por cruzar la puerta e iniciar el viaje.

En Los Calzones de Guadalupe

tenemos buena estrella,

porque podemos soñar y mostrar el alma sin pena

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