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El orgasmo femenino

¿un placer mental?

 

 

                                                                         

por Aitana Lago

Hace unas semanas se celebró el Día del Orgasmo Femenino —el 8 de agosto para ser exactos— y no podía quedarme callada al respecto, porque creo que es una parte fundamental de la vida sexual de las mujeres.  

Sin embargo, no es una sensación fácil de experimentar; en primera, porque no estamos acostumbradas a explorarnos para saber qué nos gusta y qué no; y, en segunda, porque son muchos los factores que pueden llevarnos o no al clímax.  

Es una realidad que vivimos todas las mujeres, pues no siempre que tenemos una relación sexual experimentamos un orgasmo, e incluso hay quienes nunca lo han sentido, pero ¿qué es lo que nos impide tener uno? 

Lo primero sería entender qué es y por qué es diferente para hombres y mujeres. Si buscamos definiciones científicas, encontraremos que, desde un punto de vista biológico, es una “experiencia sumamente placentera, caracterizada por la brusca e instantánea liberación de toda excitación o tensión sexual acumulada”; a nivel neuronal se habla de acciones inhibidoras y excitadoras de neurotransmisores como la serotonina y la noradrenalina; es decir, producción de sustancias químicas en el cerebro; mientras que desde la perspectiva evolutiva se define como “una respuesta física acompañada de una sensación placentera, cuya finalidad es aumentar la probabilidad de encuentros sexuales para asegurar la procreación de las especies”. 

Todas esas definiciones podrían darnos alguna idea de lo que es el orgasmo, pero lo explican en un nivel meramente fisiológico, no incluyen el factor psicológico, que es fundamental en una relación sexual, sobre todo para la mujer.  

Es verdad que en el hombre el orgasmo es una respuesta física a la estimulación y a la excitación, en la que muchas veces interviene el placer mental, pero para la mujer no es igual, va más allá de una respuesta meramente corporal; es decir, para nosotras es más complicado llegar a un orgasmo con el simple contacto físico. 

Como ya lo dije al inicio, son diversos los factores que intervienen en la no consecución orgasmo femenino, pues van desde los cambios hormonales, hasta el estrés, las malas experiencias, la falta de comunicación, la poca o mala estimulación previa, e incluso la autoexigencia, o sea, cuando la mujer se presiona a sí misma para llegar al clímax. 

Parece que esta diferencia entre el orgasmo masculino —placer corporal—  y el femenino —placer mental— tiene que ver con la estructura y la función cerebrales, pues los hombres tienen más receptores de hormonas sexuales que las mujeres, lo que influye en la conducta y respuesta erótica.  

Por otra parte, debido a la conexión de zonas inconscientes entre los dos hemisferios cerebrales, las mujeres somos más conscientes de nuestras emociones que los hombres, y ahí es donde estamos fritas, porque si somos más conscientes de lo que estamos haciendo y sintiendo, incluso en los momentos más instintivos de la relación sexual, seguramente hay situaciones que nos preocupan, angustian o simplemente nos distraen y nos alejan del tan anhelado orgasmo. 

Así que para la mujer el orgasmo depende mucho del estado de ánimo y, sobre todo, de la empatía que sienta con su pareja. A nivel físico el hombre podría ser vigoroso y estar dotado, pero si no establece confianza y comunicación con la mujer, será muy difícil que ella se sienta verdaderamente conectada y esté dispuesta a dejarse llevar.  

Lo anterior no quiere decir que el trabajo sea enteramente del hombre y de sus habilidades para estimular a la mujer. Como bien decíamos mi mejor amiga y yo, cuando solíamos hablar de sexo: “El orgasmo es de quien lo trabaja”, y es responsabilidad, en gran medida, de la mujer. 

Y créanme, no es fácil, solemos distraernos por cualquier cosa o arrepentirnos o sentirnos culpables cuando estamos teniendo sexo, y eso no ayuda en nada a encontrar el orgasmo. Otras veces nos da miedo, especialmente cuando son las primeras experiencias y aquí no sé por qué sucede, pero es común que muchas mujeres cuando están cerca de venirse, se asusten, porque es una sensación que nunca han experimentado. 

Sea cual sea la razón, se nos dificulta más, pero no es imposible. Ya sé que suena complicado no pensar en lo que sentimos y buscar el orgasmo, pero no hay que presionarse porque, ya saben, si no lo buscamos no llega, y si lo buscamos de más, tampoco.  

Así que, chicas, trabajen por su propio placer, conozcan su cuerpo, experimenten, encuentren sus puntos sensibles y después de eso hablen con su pareja sin pena, cuéntenle qué es lo que les gusta —tampoco hagan un manual, pero estén preparadas para ayudarlos a hacerlas sentir bien—. Cierren los ojos, disfruten, dejen a un lado la conciencia, las culpas y los miedos, verán que cuando estén ahí el placer es infinito, el cuerpo fluye y la mente se libera. 

Captura de pantalla 2019-05-06 18.30.18.

Aitana Lago

Psicóloga -de esas que están más dañadas que los pacientes- experimentadora de la vida, cuentera, soñadora y solitaria eterna. Regala vivencias de amor, sexo y venganza para una vida feliz.

Los Calzones de Guadalupe Staff

Aquí hablamos de lo que importa decir, que es generalmente lo que nadie quiere escuchar

Tags   orgasmo femenino, sexualidad, pareja, Aitana Lago

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