El Lujurioso

FUENTE: Pinterest
Por XÓCHITL NIÉZHDANOVA
El Lujurioso es una persona orientada al poder, la dominación y la violencia. Es el jefe, el desafiador, el protector, el cabecilla. Asertivo, se basa en la venganza y el castigo. Es el más asocial de los caracteres. Impetuosamente arrogante, y aparentemente no tiene sentimiento de culpa. Para él la vida no tiene sentido sin intensidad, prefiere la acción que la reflexión y puede ser un excelente líder al que seguirán por su arrojo.
En su caso la lujuria es una pasión por el exceso, el Lujurioso busca la intensidad no sólo a través del sexo, sino en todo tipo de estímulos: la actividad, la ansiedad, las especias, la alta velocidad, el gusto por la música fuerte, etc. Es indolente lo que significa que solo a través de la sobre estimulación es como consigue sentirse vivo, pero esto lo conduce también a evitar la interiorización del pensamiento.
Es el más insensible de todos los caracteres, tiene una pasión por la intensidad y una insensibilización debida a una autosuficiencia a prueba de toda clase de dependencia. Es tan impulsivo y hedonista como el Goloso, pero con un carácter fuerte y de mentalidad dura. El Lujurioso es desobediente y desafiante, y a la menor provocación se ponen rabiosos e incluso violento, sin guardar la menor consideración.
El Lujurioso es predominantemente atlético, arrogante, fríamente reservado o despreciativamente agresivo, y está siempre impregnado de características sádicas más o menos ocultas. Se anticipa a cualquier ataque inminente, su agresión se expresa a través de su conducta. Su narcisismo se expresa en forma de una descarada autoconfianza, con un despliegue de superioridad y dignidad. Y poseen una actitud de menosprecio hacia el sexo femenino.
Es receloso, cínico, envidioso y celoso, para él, el atractivo de la vida consiste en dominarla, por lo que tiene la determinación de superar cualquier obstáculo, y la firme creencia de que lo hará. Piensa que debe dominar las adversidades del destino, las dificultades, los problemas intelectuales, las resistencias de los demás y cualquier conflicto en sí mismo. En el fondo su mayor temor es mostrar desvalimiento o indefensión.
Poseen una necesidad de venganza y triunfo pero logra respetar los límites gracias al amor, el miedo y la auto-conservación. Cuando no cuenta con frenos suficientes en estos aspectos es como si el Lujurioso pensara que, así como en el pasado le tocó sufrir humillaciones y limitaciones a manos de unos padres tiránicos o descuidados, ahora le corresponde volver las cosas al revés y darse a sí placer, aun a costa del sufrimiento de los demás.
En su lado oscuro el lujurioso puede convertirse en criminal debido a una hostilidad generalizada, insensibilidad y orientación asocial. Con frecuencia entabla y mantiene contacto con las personas, exclusivamente en base a la utilidad que puedan representar para servir a sus necesidades de triunfo.

El En su aspecto luminoso El lujurioso es dinámico, fuerte e independiente. Y muestra la virtud de su poder: el poder ejercer influencia para fines constructivos. Pueden realizarse al entregarse a un servicio y liderar su propia misión. Establecen la justicia y devuelven al mundo aquello que se les fue dado: su talento y la vida como oportunidad para ponerla al servicio de una actividad. Muchos Lujuriosos son líderes naturales que inspiran a otros, protegen al débil y se esfuerzan por impartir justicia. Usan su fuerza para impulsar las cosas y tienen el valor y la voluntad para poner en práctica nuevas ideas. Son francos, honrados y directos, imponiendo una enérgica y fresca satisfacción en todo lo que realizan. Son amigos leales y generosos que protegen a la gente vulnerable.
El Lujurioso persigue el triunfo a toda costa para devolver a la sociedad o a la familia las humillaciones recibidas o las carencias no compensadas. No discuten pues están seguros de su verdad. La diplomacia no es su fuerte, y son temerarios en sus afirmaciones y acciones. Sus necesidades pasan por encima de las de los demás y no admiten la crítica. Se protegen a toda costa de los sentimientos humanos como el cariño o la ternura y posteriormente envidian a aquellos que si se permiten dichos sentimientos.
Cuando El Lujurioso permite que aflore su vulnerabilidad, y conecta con su miedo básico a que le hagan daño, se libera de ese miedo, y la autoconfianza y la prepotencia desaparecen para dar lugar a una auténtica fuerza esencial. Cuando esto ocurre El lujurioso abraza una causa más grande que lo puede convertir en un ser heroico, y entonces vivirá la sencilla alegría de existir, la satisfacción de estar vivo en el plano primordial e instintivo, y tendrá oportunidad de recuperar su inocencia.
Entre los Lujuriosos famosos están: Julio César, J.D. Rockefeller, Sócrates, Enrique VIII, Donald Trump, Putin, Joseph Stalin, Chávez, Rasputín, Atila el Huno, Gengis Kan, Martin Luther King, Indira Gandhi, Kathy Bates, Madonna, Pablo Escobar, Sean Penn, Pablo Picasso.
