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El Avaro

                                                                     FUENTE: Pinterest

Por XÓCHITL NIÉZHDANOVA

¿Te gusta el arte minimalista? ¿Eres capaz de pasar una temporada invernal con tan solo un buen libro y resguardado en una habitación de cuatro por cuatro, a temperatura adecuada y sin más compañía que tu imaginación y una dosis de chocolates Ferrero Rocher? Eres sin duda del estilo de personalidad de El Avaro. Pero no hay que confundirse, El Avaro no busca el atesoramiento de objetos materiales, sino el anhelo compulsivo de almacenar conocimientos, claves para entender la existencia, comprender el funcionamiento del universo y así controlarlo para poder protegerse de los imprevistos y las situaciones azarosas que suele presentar la existencia.

 

La compulsión del Avaro va dirigida a economizar medios, a no desperdiciar su energía porque piensa que ésta es limitada así que limita sus palabras, sentimientos, movimientos y no se comparte con nadie. Piensa antes de actuar, es muy previsor y arriesga poco, prefiere lo conocido a la sorpresa que él considera como alarmante y pone inmediatamente en alerta todo su sistema de defensa frente al entorno. En el fondo de esta actitud casi maniática por la auto preservación se encuentra el miedo a una vida accidentada y llena de imponderables que él cataloga como inminentes peligros de los cuales intenta protegerse a toda costa.

 

El Avaro posee en su estructura psicológica un elevado grado de sensibilidad y fragilidad emocional que lo han orillado desde niño a sustituir la emoción por la lógica y la planeación. Al planear y mantenerse alerta evita sentir, y esto lo mantiene emocionalmente a salvo. Por lo regular este tipo de personalidad han sido los hijos de en medio que fueron víctimas de un alto nivel de estrés emocional durante la infancia y aprendieron a construirse un mundo seguro por sí mismos, para librarse del caos familiar que los circundaba. Este personaje suele convertirse desde muy pequeño en el Observador por excelencia de cuanto le rodea. Siempre están observando su entorno, procuran evitar actos sociales y sitios multitudinarios, y cuando se ven obligados a asistir a algún evento se disponen como los observadores que son, prestos a indagar en el comportamiento humano.

 

En el fondo sienten un pánico escénico acerca de las multitudes, y prefieren la tranquilidad del aislamiento y la vida en solitario. Parecen haber nacido con un chip integrado que les advierte sobre los conflictos y los preserva de participar en ellos. Sin embargo El Avaro, ocasionalmente suele dispensar su atención y compañía a ciertos individuos de su elección con los que podría pasar horas dialogando acerca de la vida y los temas de su verdadero interés. Son personajes altamente cultos, e instruidos sobre los temas más variados. Y están dispuestos a una buena conversación de altura, siempre y cuando las emociones queden a un lado. Pueden parecer huraños, y con frecuencia resultan misántropos, pero en el fondo conservan una ternura inaudita, reservada a las pocas personas que en realidad aprecian.

 

El hecho de ejercitar su capacidad de observación desde tan jóvenes los hace verdaderos maestros en el arte de evitar toda clase de conflictos. Aunque si por alguna circunstancia se ven forzados a enfrentar una circunstancia de enfrentamiento, su aparente pasividad puede convertirse en una furia desatada sin comparación, que desaparece al instante siguiente, cuando ya han establecido su punto de vista frente al “infractor”. Desafortunadamente no todo es experticia y control en estos personajes. Tan calculadores como suelen ser, El Avaro peca de individualista en el afán de preservar su espacio y muy en su interior persiguen de manera patológica un desapego de todo y de todos y encierran un miedo desaforado a la verdadera intimidad. En el centro de su comportamiento psicológico se halla el deseo exacerbado de no experimentar ninguna clase de sufrimiento. Sin embargo, si El Avaro logra percatarse de ese intento permanente por huir al ambiente que lo rodea puede poner su sabiduría y su gran objetividad, así como su capacidad de análisis al servicio de los menos hábiles en estos terrenos y salvar el espacio que él mismo construye entre su persona y los otros, intentando establecer relaciones sociales que lo hagan menos inadaptado y lo animen a mostrar su verdadera personalidad, aquella que esconden tras esa fachada de lejanía y superioridad empleada para evitar ser dañados por los desplantes emocionales de la gente común. El temor a perder su libertad a través del trato o incluso de la intimidad puede llegar a desaparecer y entonces su personalidad podrá expresarse con libertad y ya sin el miedo a ser permanentemente agredidos por un entorno que están acostumbrados a ver como hostil y ajeno a ellos.

 

Este estilo de personalidad está con frecuencia asociado al genio intelectual, debido a su excelente capacidad de análisis, observación y síntesis. Pueden ser maestros, escritores, músicos o destacados científicos. Pero su natural amabilidad y desinterés pueden convertirse en aversión a las relaciones sociales, y rechazo de todo contacto físico en aras de una individualidad que preservaran con la vida si es necesario. Pueden llegar a disociar su pensamiento de sus emociones y negarse a cubrir las demandas emocionales de los seres que los rodean, hasta aislarse y negarse a socializar con los demás. Son los individuos más antisociales del Eneagrama (Caracterología de Oscar Naranjo). Su avaricia se refiere a acumular recursos de toda índole con la finalidad de no necesitar nada de los demás. Pero al aislarse y negarse a invertir emocionalmente en cualquier relación surge en ellos un sentimiento de vacío y soledad difícil de sobrellevar. Por esta compulsión a apartarse, pueden parecer altaneros y soberbios cuando en realidad lo que esconden es un miedo quasi esquizoide a ser invadidos y necesitados en exceso por los demás, “engullidos” por las exigencias emocionales de los otros.

Entre los Avaros famosos se encuentran: Bob Dylan, Bill Gates, Stephen Hawking, Marie Curie, Albert Einstein, Agatha Christie, Friedrich Nietzsche, Tim Burton, Bjork, Sinnead O’Connor.

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