Hace unos días vi el avance de la película Dr. Sueño, basada en el libro homónimo de Stephen King, y después de la decepción que fue para mí la primera parte de Eso (ya ni siquiera quise ver la segunda), tengo enormes esperanzas de que esta producción cinematográfica sea de auténtico terror y no de espantos, con sonidos y efectos especiales al estilo El Conjuro.

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La película se estrena en noviembre, en México, y parece que sigue la línea de la novela de King —hagamos changuitos, pero ¿de dónde salió Dr. Sueño? Bueno es, ni más ni menos, que la segunda parte de El resplandor, ¿se acuerdan?, la historia del desquiciado Jack Torrance, de Danny y su dedo hablantín, del hotel en las montañas, de las gemelas de terror, del Redrum, y la famosa escena de Jack Nicholson y su hacha.

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Como verán, el antecedente de esta historia —ya sea la novela o la película— es enorme y de peso, pues el libro es terrorífico y la cinta espectacular, no por nada dirigida por Stanley Kubrick, y aunque se salió un poco de la narrativa original, no podemos reprocharle nada, por algo hoy en día sigue siendo un icono del cine de terror clásico.

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Lo que sí debo decir es que para entender Dr. Sueño hay que conocer El resplandor, pues son historias ligadas; si no sabes qué es lo que Danny vivió en su infancia, no puedes entender el porqué de sus acciones en Dr. Sueño. El origen de sus pesadillas, las razones de su alcoholismo, el regreso de su iluminación, la razón de su talento especial y, sobre todo, la necesidad de ayudar a sus iguales.

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No es que sea spoileadora y les cuente lo que va a pasar en la película, sino que el libro salió en 2013 —obvio, lo leí—, solo estoy contando lo que sucede en la novela, seguramente esta película tendrá congruencia con su predecesora, así que algunos detalles cambiarán, pero, en general, lo que podemos encontrar en Dr. Sueño es a un Danny Torrence —ahora Dan— en sus cuarentas, un hombre alcohólico e inestable, que un día se levanta y se da cuenta de que el terror de su infancia ha regresado.

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Le dicen Dr. Sueño porque, después de un largo camino tratando de encontrar la tranquilidad, se establece en New Hampshire, donde encuentra trabajo en un asilo, un lugar donde junto con un gato misterioso comienza a ayudar a los ancianos, que están a punto de morir, a pasar al otro mundo. Así que, cuando el gato se postra en la cama de alguna persona, Dan sabe que debe estar ahí para acompañarlo en ese trance hacia la muerte.

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A pesar de sus miedos, de sus problemas con el alcohol y sus constantes recuerdos, parece que Dan ha encontrado tranquilidad, hasta que un día se topa con extraños mensajes, al parecer un pedido de auxilio, pero ¿de quién es?, ¿por qué está pidiendo ayuda?, ¿por qué a él? Poco después se revela que quien busca a Dan es Abra Stone, una niña de doce años que está tratando de contactar a alguien con el poder suficiente para ayudarle a sobrevivir. A través de esta especie de telepatía, Dan descubre que Abra —al igual que él— tiene el resplandor.

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Abra está en peligro, pues hay una secta sobrenatural que persigue a los niños especiales, son una especie de vampiros que no se alimentan de sangre, sino de energía, por eso van tras ella. A partir de ese momento, la historia se convierte en una atropellada y violenta persecución por todo el país. Ahora, Dan está dispuesto a dejar la tranquilidad del asilo para ayudar a Abra a salvarse, y unir fuerzas contra este grupo de seres malvados. Dan luchará no solamente con el presente, sino con los fantasmas de su pasado, con su historia y con el recuerdo de su padre.

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Tampoco les voy a contar el final porque eso sí que sería echarles a perder la película (o el libro), pero a pesar de que Dr. Sueño no es de las obras más impactantes de Stephen King ni de las más terroríficas como Eso o el mismo El resplandor, sí es una historia interesante, vertiginosa e inquietante que nos da un cierre digno para Dan Torrance.

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Así que, antes de ver la película les recomendaría que leyeran los libros (El resplandor y Dr. Sueño), es buen ejercicio para reconocer una buena adaptación en la pantalla grande, para comparar los personajes y tramas y para experimentar las sensaciones que provocan una y otra.

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A mí me ha servido para tener una opinión sobre las versiones fílmicas de mis novelas favoritas y si hablamos de las de Stephen King, hay varias que merecen gran reconocimiento y otras que me quedan a deber, por eso Dr. Sueño, para mí, es la esperanza de ver buen cine de terror, ya veremos si Mike Flanagan* nos sorprende.

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* Mike Flanagan es un cineasta estadounidense especialista en terror, ya hizo una adaptación de King, El juego Gerald, una muy buena cinta que, además de que está apegada a la novela homónima, transmite el miedo que el escritor suele plasmar en sus libros. Si quieren verla, la pueden encontrar en Netflix.