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Buscando la felicidad

por Xóchitl Niezhdanova

 

Actualmente existe una crisis de valores en nuestra sociedad. Todos buscamos cómo aprender a vivir la vida, y a veces los fenómenos propios de la sociedad moderna impiden que vivamos de manera tranquila y adecuada. Existe un cierto extravío acerca de cómo debemos vivir la vida, qué conductas debemos fomentar, y la diferencia entre lo bueno y lo inadecuado.

 

En realidad, el hombre ha buscado desde siempre cómo vivir en sociedad, y la mejor manera de disfrutar la existencia. En la antigua Grecia surgieron, entre otras, dos importantes corrientes del pensamiento que se avocaron a establecer las bases sobre las cuales tener una buena vida: los estoicos y los epicúreos.

 

Estas escuelas intentaron establecer las normas bajo las que debemos vivir. Así, los epicúreos identificaron la felicidad con el placer, entendiendo este como la ausencia de dolor. Para ellos, alcanzar la felicidad significaba lograr un equilibrio entre cuerpo y mente, lo cual brindaba paz.

 

Epicuro (341-270 a. de C.) fundó alrededor del año 300 la escuela filosófica de los epicúreos en Atenas, quienes basaban su filosofía en la búsqueda de la Ataraxia que se refiere a un estado de serenidad del espíritu donde no hay perturbaciones.

 

El placer y el deseo son los pilares de esta escuela, por lo que lo importante es superar el sufrimiento, y perseguir siempre el placer. Solo la búsqueda del placer es capaz de impulsar al ser humano a la acción.

 

El epicureísmo pretende liberarnos de todos los temores: a los dioses, a la muerte, a no alcanzar el bien y el placer, y a que los males y el dolor no terminen. Así, la ética epicúrea se caracteriza por la búsqueda moderada del placer que se vinculaba con el sufrimiento y la satisfacción de los apetitos que podían ser naturales y necesarios –aquellos que liberan al individuo del dolor y el sufrimiento y que se relacionan con las necesidades básicas–, naturales y no necesarios  –como el deseo sexual o el lujo–, y los apetitos ni naturales ni necesarios productos de los convencionalismos sociales, o de las opiniones huecas, como el ansia de poder y de riqueza, o el ansia de inmortalidad.

 

Epicuro decía que era importante que el resultado placentero de una acción fuera evaluada siempre por sus posibles efectos secundarios. También decía que un resultado placentero a corto plazo tiene que evaluarse frente a la posibilidad de un placer mayor, más duradero o más intenso a más largo plazo. Al contrario que los animales, los seres humanos tienen la posibilidad de planificar su vida. Y la búsqueda del bienestar de la mente y del cuerpo debe ser el objetivo de las personas.

 

En contrapartida con los epicúreos, el Estoicismo se caracterizaba por su rechazo de las pasiones y los deseos. Este movimiento fue fundado por Zenón de Citio. Su doctrina planteaba que los seres humanos y todo lo demás, son cuerpos materiales que derivan de una razón universal –Dios-Zeus–, la cual también es material. Esta fuerza o razón se relacionaba con la naturaleza y predisponía al ser humano a obrar virtuosamente, sin embargo, no podía impedir que las personas se inclinaran en ocasiones por los vicios.

 

La filosofía estoica decía que la única libertad que tenía el ser humano era la de tener consciencia de que debían someterse a lo que la providencia tuviera preparado para ellos. Y decían que el conocimiento derivaba de las percepciones. Los estoicos tenían como ideal ético el que las personas amaran a todos los habitantes del mundo de la misma manera en que se amaban a sí mismas.

 

Algunos de los grandes líderes en la historia fueron estoicos: Cicerón, Epicteto, Séneca, Marco Aurelio. Hacían un énfasis en el auto dominio. La clave era no reaccionar o responder a las circunstancias externas.

 

Los estoicos enseñaban que, aunque no podemos controlar lo que nos pasa en la vida, podemos controlar nuestra percepción. Para responder necesitas estar consciente y tener el control, para no dejarte dominar por las emociones. Podemos escoger entre percibir los eventos de una forma productiva o destructiva.

 

El estoicismo estableció la diferencia entre los pensamientos y los comportamientos. Piensa antes de actuar, la persona sin sentido actúa sin pensar, por lo que se debe hacer una auto reflexión para evitar las reacciones negativas e impulsivas.

 

Para los estoicos cada día es una nueva oportunidad. Sólo se necesita un evento, una conversación, para cambiar completamente la trayectoria de una vida. Un día malo no significa que deba ser una mala semana. Hay que poner fin al efecto dominó antes de que los pequeños errores se conviertan en grandes crisis.

 

Además, los estoicos creían que hay una temporada para todo, es decir, que hay que vivir de acuerdo a nuestro flujo interno y en el flujo externo de la vida. La paciencia no es enemiga de la productividad. Tratar de encontrar atajos constantemente hará que te muevas en círculos. Debes tener paciencia para producir productos con calidad. Cuando nos dejamos llevar por la emoción olvidamos realizar los procedimientos necesarios.

 

Finalmente, de acuerdo con los estoicos hay que aceptar la muerte, pues es lo único certero en nuestra vida. Confrontar esto es realmente liberador. Te des cuenta o no, la ansiedad por la muerte es la raíz de nuestros miedos. Nuestro mecanismo de lucha-huida sirve para preservar la vida, y escapar de la muerte. Pero si se activa mucho antes de que la muerte entre en escena, nos paraliza y no nos deja salir de nuestra zona de confort, y perseguir nuestras pasiones y creaciones.

 

Pese a la diferente manera de abordar la realidad, ambas escuelas persiguieron la búsqueda de la felicidad y la mejor manera de vivir la vida. En medio de la crisis que atraviesa actualmente nuestra sociedad, las enseñanzas de estas doctrinas pueden tomarse como normas rectoras que nos ayuden a darle un significado válido a nuestra existencia, y aminoren las diferencias que nos separan. Así podremos fomentar valores como la solidaridad y el amor, los cuales nos cohesionen en lugar de dividirnos política y culturalmente.

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Xóchitl Niezhdanova

Ingeniera de la vida y poetisa de mente, soltera por descuido que no deja de creer en el amor. Viajera en el mundo de los sueños, eterna distraída y pintora.

Los Calzones de Guadalupe Staff

Aquí hablamos de lo que importa decir, que es generalmente lo que nadie quiere escuchar

Tags   filosofía, ética, felicidad, epicúreos, estoicos

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