Como bien saben, soy adicta a Netflix y me la paso buscando series, y aunque veo de todo, mis favoritas son las de acción, las policiales, las de suspenso, esas en las que te la pasas adivinando quién es el culpable. En esa pesquisa de buenas historias me topé con una serie española que en cada uno de sus capítulos te mantiene en vilo, ya que —como su título lo dice— todos están Bajo sospecha.

 

Últimamente, los españoles se han destacado por llevar a la pantalla buenas historias, respaldadas por excelentes producciones y actuaciones extraordinarias, y Bajo sospecha no es la excepción. Para empezar, cuenta con la participación del guapísimo Yon González (Gran Hotel, Las chicas del cable), quien interpreta a Víctor Reyes, un policía infiltrado que persigue siempre la verdad y en esa búsqueda se topa con el amor.

 

Otras interpretaciones sobresalientes son las de Lluís Homar (Los abrazos rotos, la Mala educación), en el papel del comisario Casas —el director de los operativos encubiertos— y la de Vicente Romero, quien interpreta a Vidal, un oficial de policía desconfiado y experto en sacar de quicio a todos.

 

La serie tiene dos temporadas con tramas distintas por resolver; dos historias que se van enredando cada vez más. En la primera, Alicia —una niña de 10 años— ha desaparecido de su fiesta de Primera Comunión en la comunidad de Cienfuegos, nadie sabe qué ha sucedido, y lo único claro es que alguien de la familia ha sido el culpable.

 

Víctor y el comisario Casas, junto con la inspectora Laura Cortés (Blanca Romero), llegarán a Cienfuegos para infiltrarse y conocer la verdad. El gran misterio por resolver es si Alicia está muerta o no, mientras el conflicto familiar se va extendiendo y los investigadores se concentran en desenredar el hilo que los lleve hasta el culpable. Por su parte, la Policía local —encabezada por el oficial Vidal— no hace las cosas fáciles, pues se entromete y frustra en numerosas ocasiones la investigación.

 

El último capítulo de esta temporada es sumamente impredecible, porque luego de que te la pasaste tratando de encontrar al culpable en todos los anteriores y crees que tienes algunas certezas, te darás cuenta de que las cosas nunca son lo que parecen, pues la persona menos pensada es la mente detrás del crimen.

 

La segunda temporada sigue el mismo estilo, esta vez es la búsqueda de Catherine Le Monnier, una médica francesa, quien ha desaparecido sin dejar huella de un hospital de Madrid. Cuando la búsqueda está por comenzar, otra mujer del hospital, la jefa de enfermeras, es encontrada muerta y una más es secuestrada. ¿Habrá un asesino serial suelto?, ¿quién es culpable? Nadie está exento de la sospecha y parece que todos son cómplices.

 

Una vez más, el comisario Casas estará al mando de la misión y Víctor será un enfermero infiltrado que, junto con el insoportable Vidal, hará todo lo que esté a su alcance para encontrar al o los responsables. Esta vez la intervención de las autoridades francesas tensiona mucho la situación, pues el conflicto entre fuerzas policiales de los distintos países compromete en más de una ocasión toda la evidencia. Secretos, errores, envidias, ¿quién será capaz de resolver el misterio? Todo apunta a una red de criminales, pero en Bajo sospecha nada es lo que parece, y tal vez la respuesta está en el personaje menos pensado.

 

Drama, mentiras, encuentros y desencuentros son el eje de esta serie que te sorprenderá en cada capítulo. Así que si te gusta el misterio y tienes instinto detectivesco, Bajo sospecha está hecha para ti, solo ten presente que en cualquier minuto todas tus hipótesis se pueden venir abajo y que conocerás la verdad hasta el último momento.

 

Bajo sospecha

Atresmedia

España, 2015-2016

2 temporadas

Disponible en Netflix