La Amazona

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Se podría definir a este arquetipo femenino como la “hacedora”, es la mujer independiente y fuerte que realiza todo de manera práctica y con gran experticia. Es una mujer autónoma que no precisa del hombre en su vida. Su espíritu es como un animal salvaje, y sólo entregará su existencia a ella misma. En su aspecto luminoso hace frente a la realidad con facilidad y es una solucionadora de problemas. Es una guerrera en busca de logros que resulten significativos para ella misma. Se relaciona con los hombres de igual a igual. Si se manifiesta su lado oscuro puede ser dominante, manipuladora, no reconoce autoridad alguna y peleará obstinadamente por sus ideas rígidas igual que si fuera un hombre. En su faceta oscura ella se cree dueña de la fuerza y puede llegar a la violencia física y psicológica si se siente amenazada. Estas mujeres suelen destacarse principalmente en el mundo de la ciencia y el trabajo.

 

La Hetaira

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Hetera o hetaira era el nombre que se daba en la antigua Grecia a las cortesanas. En aquella sociedad las Hetairas eran mujeres independientes de gran influencia Eran educadas en la danza y la música. Recibían una educación formal y sus opiniones y creencias eran muy respetadas por los hombres. La Hetaira es la clase de mujer siempre bien arreglada, su presencia nunca pasa desapercibida, son mujeres seductoras y sensuales casi siempre con habilidades artísticas. En su aspecto luminoso son divertidas, buenas anfitrionas y comunicativas. Las Hetairas tienen un gran sentido estético y se inclinan por la cultura. La Hetaira es la compañera psicológica del hombre. Su función es despertar la vida psíquica y erótica en el varón y guiarlo hacia el desarrollo completo de su personalidad. El hombre vivencia el mundo a través de ella que se convierte en su compañera indispensable. En su lado oscuro emplean sus encantos para transformarse en una femme fatale. Se vuelven inestables, caprichosas o promiscuas con una actitud algo adolescente (Estadío de Casandra). En esta faceta resultan incapaces de mantener una relación leal con un hombre, o por el contrario hacen del vínculo con él lo más importante volviéndose posesivas. La Hetaira carece de interés maternal en la generación de una familia. Toni Wolff encarnó ella misma el arquetipo de la Hetaira en su relación íntima con Jung.

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Si el hombre no ha podido madurar y permanece en un estado adolescente, buscará a una guerrera amazona. Los hombres de este tipo poseen un alto grado de dependencia y quieren alguien que los saque de aprietos económicos principalmente, a cambio de callar y obedecer las órdenes de su dominante y autosuficiente pareja.

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Por otro lado, si el hombre tiene cierto complejo sobre su hombría se enganchará con una Hetaira, con el único propósito de mostrarla como un trofeo, lo cual lo ayudará a subir su autoestima.

 

Dependiendo de la imagen proyectada en el ánima de un hombre, y de su nivel de desarrollo psíquico, este buscara a uno de los cuatro arquetipos anteriores para establecer una relación íntima. Pero es posible que el mismo hombre, dependiendo de su nivel de desarrollo, se relacione con más de un arquetipo femenino en distintos momentos de su vida, como fue el caso de Jung que durante su vida se relacionó con: su esposa Emma Rauschenbach (La Madre); Sabina Spielrein paciente y colaboradora (La Médium); Toni Wolff paciente y colaboradora (La Hetaira). De éste modo el hombre elige como pareja aquel arquetipo femenino que le ayudará en su desarrollo y crecimiento tanto psicológico como espiritual, y que incluso determinará el curso de su carrera dentro del mundo material.

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La selección del Modelo Femenino o Arquetipo, es algo que ocurre de manera inconsciente, y ayuda al hombre a salvar las dificultades de su circunstancia para, en el mejor de los casos allanarle el camino hacia su plenitud. Sin embargo, siempre es posible activar el lado oscuro de un arquetipo femenino, lo cual resultará directamente en prejuicio de ambos miembros de la pareja, y puede incluso ocasionarles caos y retroceso en su vida.